En un momento crítico para nuestro planeta, donde la crisis climática ya no es un escenario hipotético sino una emergencia que golpea con fuerza a nuestras ciudades, comunidades y territorios, surge desde Bolivia una propuesta que entrelaza arte, agroecología y liderazgo colectivo como acto de resistencia y esperanza.
“Resiliencia Viva: Arte, Tierra y Comunidad para Sanar el Clima” no fue simplemente una exposición, sino una profunda experiencia de co-creación territorial. Nexus For Social Advancement, como organización comprometida con la innovación social, fue parte estratégica de este proceso, demostrando que otra forma de hacer política climática —anclada en la sensibilidad, el arte y la tierra— es posible.
🎨 Un Arte que No Adorna: Cuestiona y Transforma
La muestra artística Resiliencia, de Rosario Ostria y Juan Ignacio Revollo, curada por Juan Pablo Álvarez Kawai, convirtió las paredes de la Fundación Patiño en un territorio emocional. Las obras no se limitaron a representar paisajes o símbolos: gritaron memorias, dolores y llamados a cuidar a la Madre Tierra.
A través de una estética que conmueve y moviliza, el arte se convirtió en un lenguaje compartido para quienes sienten el peso de la crisis climática, especialmente desde los márgenes urbanos y rurales. La curaduría fue más que una selección de obras: fue una coreografía ética que propuso una narrativa colectiva de regeneración.
🌱 Sembrar es Sanar: HOLU como Ecosistema Vivo
Simultáneamente, la Huerta Orgánica Laka Uta (HOLU), liderada por Álvarez Kawai, ofreció un territorio vivo de regeneración. Allí, entre siembras, compostaje y diálogo intergeneracional, mujeres de la comunidad y jóvenes voluntarios encontraron un espacio de acción concreta más allá del discurso.
HOLU no solo produce alimentos: cultiva relaciones sanas entre las personas y su entorno. También siembra dignidad, autonomía y comunidad. En un contexto donde el cambio climático suele abordarse con políticas abstractas, HOLU trajo el debate de vuelta a la tierra, el cuerpo y la semilla.
🤝 Nexus: Catalizador de Innovación Social
Desde Nexus For Social Advancement, coordinamos esfuerzos institucionales y estratégicos para fortalecer este ecosistema de innovación social. Lo hacemos desde la convicción de que el cambio sistémico requiere tanto redes colaborativas como espacios para sentir, crear y regenerar.
Invertimos en procesos donde la estética se convierte en ética, y donde la comunidad es protagonista de su propia transformación. En este proyecto, Nexus no fue un actor externo, sino un nodo integrador entre artistas, educadores, colectivos comunitarios e instituciones internacionales.
🖼️ El Arte También Cultiva: Bellas Artes como Pedagogía del Cuidado
La alianza con Bellas Artes, bajo la dirección de Dante Chumacero, aportó una dimensión educativa y cultural clave. Cada obra, cada encuentro en la huerta, cada conversación entre artistas, activistas, diplomáticos y vecinas/os fue parte de una pedagogía del vínculo, el territorio y el cuidado.
Se activaron procesos educativos no formales, donde jóvenes artistas y comunidades aprendieron haciendo, sintiendo y co-creando.
🔄 Transformar es Más que Adaptar
Hoy más que nunca, iniciativas como Resiliencia Viva nos muestran que no basta con adaptar políticas: debemos transformar nuestras prácticas, nuestras emociones y nuestros vínculos con el planeta.
Desde Nexus, seguiremos promoviendo alianzas donde el arte, la tierra y las personas no sean herramientas, sino sujetos del cambio.
Porque, como dijo Bill McKibben: “El planeta tiene fiebre y no hay salas de emergencia”. Y como creemos desde nuestra práctica: sembrar el futuro es un acto profundamente político, colectivo y amoroso.
🔥 Cambio Climático, Incendios Forestales y Resiliencia Territorial
Evidencia, Impactos y Respuestas desde las Huertas Urbanas
En 2024, Bolivia vivió su peor temporada de incendios forestales registrada, con más de 10 millones de hectáreas afectadas —casi el 10% del territorio nacional—, principalmente en la Chiquitania, Santa Cruz y Beni (PNUD, 2024; WWF Bolivia, 2024). Este desastre no solo devastó ecosistemas y reservas hídricas: impactó directamente en los medios de vida rurales y en las estructuras sociales de comunidades campesinas e indígenas (Orellana et al., 2024).
Imágenes satelitales procesadas por NASA e INPE (Brasil) revelaron más de 17,700 focos de calor en los primeros siete meses del año, superando los registros críticos de 2019 (NASA FIRMS, 2024). Las consecuencias en salud pública fueron graves: más de 21,000 atenciones médicas por enfermedades respiratorias entre abril y octubre, mientras los niveles de calidad del aire en Santa Cruz y Cochabamba alcanzaron categorías “muy insalubres” durante semanas (Ministerio de Salud de Bolivia, 2024). Estudios recientes estiman que esta catástrofe ambiental provocó un aumento del 8% en la pobreza rural en los departamentos más afectados (CEPAL, 2024).
🧩 En este contexto, las huertas urbanas han sido reconocidas como herramientas efectivas de adaptación y mitigación climática.
Estudios internacionales identifican al menos 17 servicios ecosistémicos generados por estos sistemas: regulación térmica urbana, captura de carbono, retención de aguas pluviales, soporte para polinizadores, reducción del estrés psicosocial y fortalecimiento de la seguridad alimentaria (Lin et al., 2015; McClintock et al., 2020). Su implementación también promueve prácticas agroecológicas sostenibles, reutilización de residuos orgánicos y circuitos de comercialización local (Sanyé-Mengual et al., 2015).
Casos como el sistema organopónico de Cuba —que abastece hasta el 30% del consumo urbano de vegetales— (Altieri & Nicholls, 2008), la red de huertas comunitarias en Medellín como parte de su política de eco-ciudad (Restrepo & Escobar, 2022), o los programas de agricultura urbana en Ciudad del Cabo para enfrentar desigualdades alimentarias (Frayne et al., 2014), demuestran su efectividad en diversos contextos del Sur Global.
En Bolivia, aunque se han aprobado medidas como declaraciones de emergencia ambiental y emisión de bonos de carbono para restauración ecológica (Ministerio de Medio Ambiente y Agua, 2024), la respuesta estructural sigue siendo insuficiente.
🌿 En respuesta, Nexus For Social Advancement promueve un modelo de intervención basado en agroecología urbana, investigación aplicada y gobernanza colaborativa.
Este modelo integra:
- Generación de datos ambientales confiables —análisis de suelos, temperatura urbana, calidad del aire—
- Aplicación de técnicas adaptativas —captación de agua de lluvia, cultivos diversificados, compostaje—
- Coordinación entre actores comunitarios, institucionales y científicos para garantizar sostenibilidad y pertinencia cultural.
Actualmente, Nexus está preparado para apoyar procesos de restauración ecológica y resiliencia territorial en regiones como Santa Cruz y Beni. Nuestro enfoque parte de la convicción de que la innovación social no es un producto a transferir, sino un proceso a co-construir desde el territorio, en diálogo con el saber local, la evidencia científica y el compromiso comunitario.
🧡 Nuestro agradecimiento
Extendemos nuestro más sincero agradecimiento a Trendsetter por su valiosa cobertura y por apoyar iniciativas culturales con enfoque en sostenibilidad.
🌍 ¿Estamos dispuestas/os a redefinir cómo habitamos, producimos y convivimos para sanar nuestro vínculo con la Tierra, o seguiremos viendo el colapso ecológico como una tragedia ajena?
Cortesia de Trendsetter. Dante Chumacero, Fabiola Aguilar, Juan Pablo Álvarez, Rosario Ostria, Juan Ignacio Revollo
Cortesia de Trendsetter: Juan Ignacio Revollo,
Cortesia de Trendsetter: Rosario Ostria
Imagen Cortesia de Trendsetter.
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